Psicóticamente bien

Psicóticamente bien

miércoles, 3 de agosto de 2011

Los días malos también están buenos.

"..Estoy en esos días". No, mal pensados! no me vino. Seguido (muy seguido, para mi persona) nos sucede tener esos días de locura, en que se te raya el coco y no podés parar. Cada uno tendrá lo suyo: no para de pensar, caminar, correr, dormir, cantar, gritar.. yo no paro de maquinarme la cabeza. Es como multiplicar las cosas x 5 , se entiende? para las mujeres es como que se te rompe una uña, y se acabó el mundo. Sí señores.. se te corre el esmalte, se te rompe una uñita.. y es el apocalipsis. Agarrate.
Subo y bajo, para variar, en esos ataques bipolares en los que saludas a tu madre tipo: 'Hola vieja!' y cuando te vas te dice 'Chau saludame..' y vos seguís de largo con tu mejor cara de orto y a lo sumo susurras para vos mismo un 'No me jodas', solo para sacarte las ganas de decírselo de frente.
A ver, un ejemplo. Les cuento mi día? Me levanté. Muy dormida, pensé 'nunca más leo antes de dormir, cómo mierda es que me pesan tanto los ojos?' ah, cierto, anoche leí, me acosté y de repente estaba llorando, ni siquiera se por qué lloraba, me dieron ganas. Y después.. no sé, después me dormí. ¡Con razón! Me levanté, desayuné moka y me fui a arreglar. ¿Dónde está mi cepillo de dientes? ¡¿Dónde está mi CEPILLO DE DIENTES?! Siempre me corren todo de lugar en esta casa no se puede estar, siempre pasa lo.. ah, acá está (y lo habían corrido a medio metro de donde está siempre). OK el pelo no se me acomoda. Planchita, ¿dónde la guardan siempre? ah, cierto que no hay tiempo; bueno entonces.. ¿dónde está el delineador? la puta madre, perdí el delineador. Me corre el reloj, me jodo y al trabajo. Mucha pila meto de repente en la oficina. Salgo al mediodía, me tildé en el auto. Llegué a casa, almorcé muy contenta sin saber por qué. Volví a trabajar, toda la tarde sentada cebando mate, normal. Salí, me subí al auto, de nuevo tildé. Se me voló la felicidad de repente. Fijé la vista en un peluche de un perrito que hay contra el parabrisas, como si ese perro fuera el culpable de la tristeza que inesperadamente se apoderaba de mi. 'Ok, arranca Carolina', me dije. Llegué a casa, me saqué el abrigo, me senté con el café adelante y ... tildé. Se me enfrió el café, fuckin' frío, todo se enfría rápido. Me levanto, miró un mueble y pienso que puedo hacer de mi vida (o qué voy a hacer con mi vida). Junté todas las fuerzas (fuerzas?) que me quedaban y agarré la ropa y a la ducha. Volví a mi cuarto, me senté en la cama, un poco más relajada, y adivinen? tildé. Enserio, fue increíble. Entonces me acosté y me quedé mirando el techo pensando en que no tenía la más mínima gana de pensar. 'Ya fue, me duermo'. Me desperté recién con ganas de escribir, de lo único que tengo ganas ahora. Y saben qué? Creo que fue la mejor decisión del día, sin pensarlo. Va, no sé si la mejor, pero fue buena... al menos productiva.
Ahora, estoy más relajada.
Al final esto de expresarse esta bueno, y sentir diferente también es bueno. Aunque ahora, ahora sí estoy como quiero, al menos me siento como quiero. ¡Volví! estoy muy contenta. Un amigo me acaba de dar la noticia de que ya llegaron a su casa nuestras entradas al recital que es dentro de 2 semanas. Alan, me alegraste el día.
¿Moraleja? bueno, sí la hay, es que no hay que parecerse a mí, definitivamente no es recomendable copiarse. Así que los despido con un 'Chicos, no intenten esto en sus casas' (ni en sus cabezas, ni en ningún lado, y si les pasa.. bueno, disfruten de la locura).

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