Psicóticamente bien

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martes, 20 de abril de 2010

Retrato de Katia


Ella es una persona tímida, poco extrovertida pero no por eso menos divertida. Nació un 22 de Enero de 1992 en el pueblo de Olavarría, "ciudad" que no le agrada en cuanto a su entretenimiento y sus escasas posibilidades de desarrollo en alguna profesión. Vivió en Sierras Bayas hasta los 10 años y se mudó al centro del partido, en donde vive actualmente.
Muy buena en el baile, Katia Appelhans comenzó danza jazz hace 3 años siendo su sueño dedicarse al baile profesional. En el 2009 le agregó a ello el reggaeton, en donde les puedo asegurar que cuando comienza a bailar no hay quien la pare. Con el paso del tiempo su ilusión de vivir del baile se derrumbó y un poco frustrada hoy sólo lo realiza como un hobbie.
Sin dudas pertenece al mundo de la city, poco amante del campo y animales (aunque es dueña de una tortuga, si se intenta rescatar algo, a pesar de que si no fuera por Claudia, su madre, el animalito hoy sería un cadáver), Katia es una persona amigable en cuanto se la conoce. De confianza y buena compañera, ella está presente en cada momento, pero ¡cuidado! no te la cruces en sus días de locura, donde es mejor evitarla, si no querés terminar hospitalizado con la marca de un Nokia 1100 implantado en la parte frontoparietal -frente, en criollo- de tu cabeza.
Si pensamos en algo en lo que Kati es única sin dudas es en su cuerpo inmunodeficiente y su sensibilidad hacia la vida. Paso a explicar: es una personita sensible física y emocionalmente. Sufre de dolores de diferentes tipos unas dos o tres veces por semana pero nada grave, falsa alarma. Alérgica hasta del aire, Kat es una chica especial que necesita protección las 24 horas del día. Afortunadamente hace casi un año que ya encontró quien la cuide y la mime, su novio ("esposo", podríamos atrevernos a decir) Octavio.
En cuanto al estudio encontró en Olavarría una carrera que, dentro de las opciones, más el empujón de una amiga que comenzaría a cursar aquella carrera, se decidió por Comunicación Social con orientación a Comunicación Mediática en la Facultad de Ciencias Sociales. Sin muchas expectativas, y sintiéndose sapo de otro pozo, Kati empezó a cursar y luego de terminar el Civu (Curso de integración a la vida universitaria) comprendió que no sería tan malo después de todo.
En fin, Katia Appelhans tiene una vida feliz, aunque complicada por momentos... Sin embargo no dudaría en formar parte de ella. Al fin y al cabo, ¿Qué sería de una vida sin complicaciones?






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